martes, 2 de junio de 2020

Pandemia y Hospital Borda

LA PANDEMIA Y EL HOSPITAL BORDA
Abandono en el Borda. Paciente murió atacado por perros – Radio ...Ordenan testeos masivos en los hospitales públicos de salud mental ...Un largo camino hasta la Ley Nacional de Salud Mental – Revista ...Las neurociencias al poder: impulsan leyes afines y harán un Polo ...
Actualmente, el hospital Borda tiene 472 pacientes internos y, alrededor, de 1500 pacientes ambulatorios. La cantidad de personal (incluyendo profesionales de la salud, personal de limpieza en contacto con usuarios, camareros, entre otros) también alcanza esta última cifra.
Como sucedió en otras instituciones hospitalarias de la ciudad y el país, allí ya se registraron quince casos de COVID-19: dos médicos, tres enfermeros y diez pacientes. Según Gonzalo Sánchez, desde que se detectó el primer caso habilitaron un ala (el ex servicio 28) para aislar a los pacientes con síntomas leves. Si el cuadro se complica, dice, se los derivará al Hospital Penna o al Argerich.
A pesar de la medidas tomadas, los empleados de la institución psiquiátrica manifiestan su preocupación frente al avance de los casos de coronavirus en el hospital y advierten la falta de insumos y la escasa limpieza. “Necesitamos más elementos de protección. Cuando un paciente se descompensa, son tres o cuatro enfermeros los que deben asistirlo. Ahí se pierde la distancia social y hay que cambiar la indumentaria: barbijos, camisolines, todo”, apunta Sánchez.
“Los perros siempre están dando vueltas. Muchos, incluso, circulan por adentro de la Institución. Como no se hicieron arreglos en el perímetro, entran y salen del edificio con facilidad. Además de atacar pacientes, también mordieron a trabajadores y trabajadoras del Borda”, explica Gonzalo Sánchez, empleado administrativo del hospital.
“A partir de la pandemia tomamos conocimiento de que en el Hospital Borda había escasez de sistemas de protección tanto para los trabajadores, como para los usuarios. Supimos, además, que en las salas de internación de todos los servicios de la institución no había jabón para lavarse las manos”, apunta Macarena Sabin Paz, coordinadora del área de salud mental del CELS.
De acuerdo con Sabin Paz, debido al COVID-19, las personas bajo encierro psiquiátrico viven un doble encierro. “Como no pueden establecer ningún contacto con el afuera se suspendieron las visitas y los tratamientos psicosocialesLo único que quedó en pie fueron los tratamientos médicos y farmacológicos, como si el resto no fuera importante ni parte estructural del tratamiento de una persona. Por otro lado, la mayoría de estos pacientes son un grupo de alto riesgo. En general, superan los 65 años y presentan patologías previas, como diabetes, hipertensión y enfermedades respiratorias", sostiene.
En su texto, la ley Nacional de Salud Mental Nº 26.657 (aprobada en 2010 y reglamentada en 2013) establece la extinción de los manicomios para 2020. “Aun así han habido muy pocos avances. Todavía hay mucho rechazo por parte de los hospitales generales a atender a personas con padecimientos mentales. Como contrapartida el hospital psiquiátrico sigue siendo un gran polo de atracción porque ofrece 'las respuestas más rápidas’ y cuando una persona carece de obra social, prepaga y recursos y tiene un problema de salud mental, lo más probable es que termine internado en unos de estos grandes monovalentes”, explica Sabin Paz.
“El proceso para proteger a las personas con padecimientos mentales del COVID-19 se inició hace dos semanas. Se está trabajando intensamente y, en ese lapso, se dictaron dos medidas cautelares que ordenan al Gobierno de la Ciudad a tomar medidas de aislamiento, prevención y contagio del virus en los cuatro hospitales monovalentes de salud mental porteños. Por otro lado, se dispuso que se hicieran testeos masivos y que se instalaran UFU (unidades febriles de urgencia) y UTA (unidades transitorias de aislamiento), se provean elementos de higiene y protección personal a los pacientes y se garantice su derecho a la comunicación con el exterior proveyéndoles líneas telefónicas y/o wifi, entre otras cosas. Y, fundamentalmente, que todo ello sea hecho en el marco de un protocolo específico que deberá presentar el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para los hospitales psiquiátricos que contemple la situación particular de las personas internadas, respetando el decálogo de derechos que establece el Artículo 7 de la Ley de Salud Mental”, señaló la jueza Alejandra Petrella.
El viernes 29 de mayo se cumplió una semana del fallecimiento de Jorge Marcheggiano. Desde el servicio del Hospital Borda se propusieron homenajearlo con una caminata por los jardines del predio, una caminata como las que tanto le gustaba dar.
fuente: INFOBAE (segunda parte del artículo)

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