Thomas Szasz
Thomas Istvan Szasz (Budapest, Hungría, 15 de abril de 1920 – 8 de septiembre de 2012) fue profesor emérito de psiquiatría en la Universidad de Siracusa en Nueva York. Szasz fue crítico de los fundamentos morales y científicos de la psiquiatría y uno de los referentes de la antipsiquiatría.
Es conocido por sus libros El mito de la enfermedad mental y La fabricación de la locura: un estudio comparativo de la inquisición con el movimiento de salud mental, en los que planteó los principales argumentos con los que se le asocia.
Su postura sobre el tratamiento involuntario es consecuencia de sus raíces conceptuales en el liberalismo clásico y el principio de que cada persona tiene jurisdicción sobre su propio cuerpo y su mente. Szasz considera que la práctica de la medicina y el uso de medicamentos debe ser privado y con consentimiento propio, fuera de la jurisdicción del Estado, a su vez cuestiona los regímenes autoritarios y los Estados policiales.
Los argumentos de Szasz pueden resumirse como sigue:
El mito de la enfermedad mental: Es una metáfora médica para describir una conducta perturbadora, tal como la esquizofrenia, como si fuera una “enfermedad”. Aunque la gente se comporte de manera perturbadora, no significa que tengan una enfermedad. Para que exista una verdadera enfermedad, la entidad debe ser capaz de medirse o probada de manera científica. Según Szasz, una enfermedad debe detectarse en una autopsia y cumplir con las definiciones de patología en lugar de ser decretada por votos por los miembros de la Asociación Psiquiátrica Americana. Las enfermedades mentales no son enfermedades reales, arguye Szasz, quien las coloca en la categoría de lenguaje metafórico. La psiquiatría, afirma Szasz, es una pseudociencia que parodia la medicina al usar terminología que suena a medicina: terminología que ha sido inventada los últimos cien años. Además de seudociencia, la psiquiatría es un sistema de control social, no una rama de la medicina de acuerdo a Szasz. La noción de que la psiquiatría biológica es una verdadera ciencia ha sido cuestionada también por otros críticos.
Separación de la psiquiatría del Estado: El Estado no tiene derecho a forzar ‘tratamientos’,solamente el consentimiento del paciente legitima un tratamiento.
Derecho a morir: En una analogía del derecho a la vida, Szasz arguye que el individuo debe ser libre de escoger cuándo morir sin interferencia de la institución médica o el Estado. Szasz cree que el suicidio es uno de los derechos más fundamentales.
Abolición de la hospitalización involuntaria: Nadie debe ser privado de su libertad a menos que haya sido encontrado culpable de una ofensa criminal. Según Szasz, privar a una persona de su libertad ‘por su propio bien’ es inmoral.
Identificado con el movimiento antipsiquiátrico, para Szasz la hospitalización involuntaria es inmoral, si continúa indisputada, crecerá hasta convertirse en una distopía orwelliana.
En 1979 la Universidad Francisco Marroquín le otorgó a Szasz un doctorado honoris causa en Ciencias de la Conducta por su labor profesional de psiquiatría y por su compromiso con la libertad individual*.
[Artículo recomendado: “Thomas Szasz, el psiquiatra libertario“]
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